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Gracias a los esfuerzos de reconstrucción, después de que un incendio devastara la ciudad de Esmirna en la década de 1920, gran parte de lo que hoy se puede ver en ella es moderno.  También podrá descubrir algunas joyas ocultas entre sus renovadas calles.

Rodeada de bazares, en los que podrá adentrarse en la vida cotidiana y la energía de la ciudad, la Plaza Konak es el corazón de la ciudad.

Diríjase a Alsancak si lo que prefiere es experimentar un ritmo de vida más tranquilo y relajado; allí podrá disfrutar del casco antiguo de la ciudad, donde sus laberínticos calles y callejones están atestados de centenarias casas y teterías de la época de los otomanos.

El castillo de Kadifekale, un imponente y llamativo fuerte, se asienta sobre una colina por encima de la ciudad; desde allí podrá disfrutar de una vista panorámica de la ciudad, y de los campos y la costa que la rodean. Si quiere hacer fotos increíbles, vaya allí justo antes de la puesta del sol.

En la actualidad, en lo que fue la antigua Esmirna, el ágora es uno de los mejores lugares históricos que aún se puede visitar. Sacudida y destruida por un terremoto en el año 178 d. C., pero reconstruida por orden del emperador romano Marco Aurelio, es una de las basílicas mejor conservadas de Turquía, dotada de una columnata y de un pórtico.

A pocos minutos en coche está Asansör, otro de los principales atractivos turísticos de Esmirna: es un ascensor construido en 1907 y que antiguamente funcionaba con energía hidráulica. En la actualidad, sin embargo, este ascensor funciona con electricidad, y le lleva a la cima de la colina donde se puede disfrutar de una magnífica vista panorámica de la ciudad.

Si quiere disfrutar de una tranquila excursión de un día, y alejarse del ajetreo del centro de la ciudad, suba al barco que le llevará de Konak a Karşıyaka. Si en cambio lo suyo es la playa, y con tantas para elegir, podrá visitar una distinta cada día. Las playas que recorren este tramo costero, incluyendo las de Urla, Foca y Dikili, son excepcionales; se puede ir fácilmente a la mayoría de ellas en transporte público.

El emblemático paseo marítimo de Esmirna, el Kordon, abarca desde Cumhuriyet Meydanı y Alsancak en el norte hasta Konak Pier y Konak Meydanı en el sur, y es el centro de la ciudad. Cafeterías, carriles-bici, parques y restaurantes se extienden por todo Kordon.

El Museo Arqueológico, con sus fascinantes piezas que datan de la época helenística tardía, le permitirá conocer los 5.000 años de historia de la ciudad.

Esmirna forma parte de la Red Mundial de Ciudades Gourmet, por lo que allí podrá degustar lo mejor de la gastronomía turca. Podrá elegir y probar una gran variedad de sabores, desde el pescado fresco, simplemente asado a la parrilla y servido con ensalada, hasta el Kumru local, un bocadillo caliente hecho con el pan especial de la zona. Desayúnese con un chiburekki, o busque algunos de los mejores restaurantes de la ciudad para disfrutar de la fusión de lo moderno y lo tradicional de la cocina turca.

En Esmirna, ir de compras es una experiencia maravillosamente ecléctica donde se combinan lo moderno y lo tradicional. Los nuevos centros comerciales que se extienden por toda la ciudad ofrecen tiendas de lujo de alta gama. Pero si prefiere vivir una experiencia más auténtica, diríjase al Kemeralti, un enorme bazar donde podrá comprar todo tipo de artículos, desde ropa hasta joyería artesanal.

Hay que dirigirse a Kızlarağası Hanı, una antigua posada situada en Kemeralti, para poder encontrar alfombras y joyas de gran calidad.