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Cualquier viaje a Muscat no estará completo sin visitar el Museo Bait Al-Zubair, que muestra diversos artefactos de la historia y la cultura de Omán. Este museo privado fue una vez hogar de los Zubairs, una de las familias de comerciantes más prominentes de Omán. Para más inmersión cultural, diríjase a los fuertes de Al Mirani y Al Jalali, que también cuentan con museos y son lugares ideales para fotografiar.

28 minutos en coche desde el Fuerte Al Jalali le bastarán para llegar a la Gran Mezquita del Sultán Qaboos. Una de las mezquitas más grandes del mundo, este majestuoso ejemplo de arquitectura islámica puede albergar hasta 20.000 fieles. En el interior, las paredes están adornadas con mosaicos de colores, y el suelo está cubierto con una sola alfombra tejida a mano que tardó más de dos años en tejerse.

El Palacio Real Qasr Al Alam es el hogar del sultán de Omán y está a unos 24 km de la Gran Mezquita del Sultán Qaboos. Un viaje a Muscat también le brindará un espacio para relajarse. Camine por la zona de Corniche del Fuerte Mutrah, donde podrá disfrutar de un vaso de té y una vista panorámica de la ciudad.

Hay muchas actividades que se ofrecen en Muscat, desde el senderismo y la observación de delfines, hasta pasear en caballo o bucear. Para los menos aventureros, quizás sea mejor darse una vuelta por el paseo marítimo para tomar un refrescante sulaimani (té negro) o halib (té con leche).

El comercio minorista es un pasatiempo popular en Omán, y visitar los zocos ofrece una excelente oportunidad para practicar sus habilidades de regateo. Hay muchos sastres indios en Muscat; le pueden confeccionar un traje de cachemira o angora al instante.

La cocina de Omán ha sido influenciada por los sabores de Oriente Medio, Asia del Sur y África Oriental. Esto no es ninguna sorpresa: Muscat fue antaño un puerto popular a lo largo de la antigua ruta de las especias. El cardamomo, el comino, el clavo, la pimienta negra, la cúrcuma, la nuez moscada y el cilantro son sólo algunas de las especias que dan a los platos de Omán su sabor distintivo.

Cuando esté en Muscat, pruebe algunos harees (unas sabrosas gachas de trigo y ternera) y los qabuli (pilaf de arroz y cordero). Como postre, pruebe algunos halwa (pudín de tapioca con dátiles y frutos secos), regándolos con kahwa, un café fuerte con sabor a cardamomo.

También hay muchos restaurantes que sirven platos de Oriente Medio e internacionales. La especialidad del Automatic es la cocina libanesa, y hay restaurantes pakistaníes e indios en toda la ciudad.

Si está buscando artesanía tradicional cuando viaje a Muscat, diríjase al Zoco Mutrah, un laberinto de calles estrechas y sinuosas con todo tipo de pequeñas salidas. Es el mejor de su clase en la región del Golfo, y cuenta con muchas tiendas de joyería y de artesanía.

A los lugareños también les gusta comprar en Sabco Center, que cuenta con varias tiendas de tamaño mediano, así como tiendas más pequeñas que venden artículos de artesanía. Si prefiere no regatear en el zoco, visite la Casa del Artesano Omaní para adquirir artículos a precio fijo.