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La mayoría de las atracciones turísticas de Viena se concentran en el distrito Innere Stadt. La Catedral de San Esteban (Stephansdom) con su aguja gótica, domina el perfil de la ciudad desde 1359. Admire las intrincadas tejas del techo y el altar barroco, una obra maestra el arte eclesiástico.

El grandioso Palacio Imperial de Viena, que hoy alberga varios museos, además de las oficinas del presidente de Austria, data del siglo XIII En el distrito del extremo occidente, compre un tour del Palacio Schönbrunn. Por un precio ligeramente más alto, el Grand Tour le brindará acceso a muchas más partes del palacio.

Visite Mozarthaus Vienna, la atracción mozartiana más popular (pero de ningún modo la única) de la ciudad. El celebérrimo compositor vivió aquí más de dos años, mientras componía Las bodas de Fígaro. La exposición brinda una mirada fascinante a la vida de este prodigioso artista.

El consejo municipal de Viena celebra la Temporada de Bailes casi todos los meses, con elegantes galas en el Ayuntamiento o en el Palacio Imperial. En Viena se celebran varios festivales de cine al aire libre durante el verano, donde uno puede hacer un pícnic y a la vez ver películas internacionales

Otra parada altamente recomendable en Viena es la noria Wiener Riesenrad, construida en 1897. Con una altura de 65 metros, las vistas de la ciudad desde lo alto de la noria son espectaculares. En los días fríos, un tour guiado tipo «hop-on, hop-off» a bordo de los tranvías «ring tram» es una gran manera de orientarse y evitar perderse puntos de interés.

Los menús vieneses pueden resultar algo desconcertantes a los turistas, y las porciones en la mayoría de los restaurantes tienden a ser abundantes. Existen muchas opciones de comida callejera que brindan una excelente oportunidad de probar las exquisiteces locales. Otras comidas callejeras tienen influencias turcas: la mayoría de los kioscos y algunos cafés venden «doner kebab», sándwiches de carne asada y sándwiches austriacos.

También debe visitar una de las pastelerías vienesas, donde podrá acompañar su pastelillo de desayuno con un café. Busque especialidades como el«apfelstrudel» (estrúdel de manzana), el «gulasch (puchero) y «wiener schnitzel» (ternera rebozada) en los restaurantes tradicionales de la ciudad.

Los cafés o «Kaffeehäuser» son muy populares. Son además excelentes lugares para pasar el tiempo mirando gente. Podrá elegir entre docenas de variedades de café. Muchos establecimientos también sirven tortas y bocadillos ligeros.

Los mercados de Viena tienen de todo para todos: en el mercado Naschmarkt de Linke Wienzeile, con 1,5 km de kioscos, podrá encontrar desde alimentos, especias y aceites, hasta vinagres, telas y joyería.

Si viaja a Viena en noviembre o diciembre, los mercados invernales tradicionales son encantadores. El mayor de todos, Rathaus, es un excelente lugar para patinar sobre hielo. Los mercados de Spittelberg y Freyung, que se especializan en regalos originales y objetos de artesanía, son también recomendados.

Las dulcerías vienesas son un festín para la vista, incluso antes de probar sus deliciosas golosinas Los almendrados de brillantes colores y chocolates en empaques primorosos que adornan las vitrinas son magníficos regalos. Para algo diferente, visite Augarten Wien, fabricante de la más fina porcelana vienesa. Puede reservar un tour guiado de la fábrica o comprar jarrones decorados a mano, adornos y vajilla.