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Si piensa que las pirámides son algo exclusivo de Egipto, piense de nuevo. Jartum tiene su proporción de estas maravillas arquitectónicas, clasificadas como pirámides nubias, que son más pequeñas y tienen lados más escarpados que sus contrapartes egipcias. Se cree que estas estructuras se construyeron hace alrededor de 2 700 años, durante la dinastía Kushita.

Jartum tiene más de 200 pirámides (muchas más que el inventario de Egipto) y la mayoría de ellas se pueden encontrar en Meroë, las ruinas de un antiguo centro comercial. De cerca, son verdaderamente impresionantes de contemplar, y cada pirámide cuenta con elementos decorativos de las civilizaciones faraónicas egipcias, griegas y romanas. Si desea una experiencia total, hay campamentos disponibles dirigidos por guías locales. No hay nada como ver la puesta de sol sobre estos extraordinarios monumentos.

La mayoría de las atracciones de Jartum están vinculadas a la historia de Sudán, como la tumba de Mahdi en Omdurman, un santuario al líder musulmán Muhammad Ahmad bin Abd Allah. El Museo del Palacio Republicano, que exhibe objetos de importancia cultural e histórica, también merece una visita. Opcionalmente, si quiere ver acción en directo, Omdurman también alberga la lucha libre Nuba, que se considera un deporte recreativo.

Mientras esté en la zona, visite la mezquita de Hamed el-Nil. Aquí será testigo del espectáculo sensacional de derviches sufíes azotándose como parte de una ceremonia.

No se puede hacer un viaje a Jartum y perderse una visita al Nilo. Este río no solo es la «sangre» de Sudán, sino que también es excepcionalmente hermoso. Hay numerosos cruceros en barco disponibles, pero si lo prefiere, también puede alquilar su propio barco. Inténtelo en lugares como el Marin Water Sports Club. Es popular entre los turistas, así que reserve con antelación.

Si quiere apreciar la flora local, lo mejor que puede hacer es visitar los jardines botánicos de Aswan en la isla de Kitchener. Podrá reservar un viaje en un felucca (un barco de vela tradicional y amplio); en él navegará por el Nilo hasta llegar a la isla. Mientras que las lanchas y los cruceros pueden ser divertidos, este método de transporte es algo casi obligatorio para cualquier viaje a Jartum. Recuerde llevarse mucho repelente de mosquitos.

En su viaje a Jartum, será prácticamente imposible no encontrarse en un zoco, un bazar u otro mercado callejero. Entre las sedas, el cuero y las especias, sin duda encontrará puestos de comida callejera. La regla aquí es tener cuidado. Mientras que el cordero y la carne son opciones excelentes (incluso le puede tentar el probar algunos kebabs tradicionales), tenga mucho cuidado al comer cualquier cosa cruda, como ensaladas.

En cuanto a los restaurantes, Jartum tiene una fantástica selección, ofreciendo comida de todo el mundo. Desde los platos tradicionales sudaneses, pasando por la cocina internacional como la india, y hasta establecimientos de comida rápida, hay algo para todos aquí. La mayoría de los restaurantes sirven una variedad de platos locales, incluyendo shawarma, kebabs, pollo a la parrilla y estofados de cordero, todos acompañados por un montón de pan.

En su visita, pruebe el «ful medames», una receta sudanesa tradicional de habas cocidas cocidas con cebolla, tomate, limón, perejil y ajo.

Para una experiencia de compras al aire libre en Jartum, diríjase al Zoco de Omdurman. Su mejor apuesta es llegar temprano, alrededor de las 9 de la mañana, ya que se llena rápido y las gangas se esfuman rápido. Regatear es de rigor, pero no lo haga nunca a menos que realmente vaya a comprar algo; y asegúrese de que sea tan bueno como sea posible.

En el Zoco Omdurman la mayoría de la gente va a comprar tallas de madera de ébano, joyas de oro y plata y ollas de café de arcilla. Sin embargo, podrá encontrar muchas más cosas, incluyendo productos artesanales, que son una marca comercial de esta ciudad vibrante. Si prefiere ir de compras más convencionales, diríjase al centro comercial Afra.