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A Milán no le falta vitalidad; dos veces al año, los paparazzi, las modelos de pasarela y los diseñadores se dan cita en la ciudad para la Semana de la Moda. Incluso el resto del año, la actividad de esta asombrosa ciudad gira alrededor de la elegancia, la moda y la alta costura.

Pero hay mucho más que moda. El Duomo, la catedral del centro de la ciudad, es uno de los edificios más sorprendentes de Italia. Para los amantes de la cultura, La Scala es el famoso teatro de la ópera de Milán donde se realizan las mejores presentaciones de ópera y ballet de la ciudad. La Scala fue inaugurada en 1778 y cuenta con su propio museo, el Museo Teatrale alla Scala, que también merece una visita.

Los alrededores de la ciudad de Milán están salpicados de cientos de museos, monumentos y atracciones. El grandioso Hangar Bicocca alberga arte contemporáneo ultramoderno. El Museo de Ciencia y Tecnología Leonardo da Vinci expone la obra del gran artista y muestra el desarrollo de la ciencia y la tecnología desde el Renacimiento hasta nuestros días. La Pinacoteca di Brera es un museo de primer nivel que alberga una de las colecciones de los antiguos maestros más importantes de Italia.

Un viaje a Milán no estará completo sin admirar una de las pinturas más famosas del mundo: La Última Cena, de Da Vinci, en la Iglesia Santa Maria delle Grazie. Sin embargo, las entradas se agotan con meses de anticipación, por lo que deberá planificar su viaje a Milán con tiempo.

Milán está repleta de piazzas que crean el ambiente ideal para los cafés italianos. En Milán podrá pasar su tiempo observando a las personas mientras degusta una taza de sublime espresso. Conozca más sobre la comida italiana en las exposiciones y los cursos de cocina.

Si el ajetreo metropolitano no coincide con su idea de descanso, visite uno de los muchos spas que se encuentran en toda la ciudad. Si desea ver la ciudad de manera diferente, realice un tour guiado en segway.

Gastronomía en Milán Los italianos aman la comida; un viaje a Milán es una extraordinaria oportunidad para degustar la mejor cocina italiana del mundo. Los platos del norte de Italia no son tan especiados como sus parientes del sur. Hay muchas especialidades para escoger y no todas se preparan a base de pasta. La cotoletta alla Milanese es un corte de ternera delgado y frito; otro favorito local es la foccacia frita con endivias.

Hay innumerables restaurantes excepcionales en toda la ciudad y algunos establecimientos internacionales, como los que sirven comida japonesa y libanesa. También hay muchas panaderías, pastelerías y heladerías si lo que busca son aperitivos al paso más ligeros.

Muchos turistas viajan a Milán para hacer compras. La ciudad es el paraíso de los compradores; las tiendas de primeras marcas e internacionales le esperan en todas la calles y todas las piazzas. La Galleria Vittorio Emanuele, del siglo XVIII, es una majestuosa galería de vidrio y hierro que alberga las tiendas más exclusivas de Milán. Si busca marcas de diseñador, la zona de la ciudad que debe visitar es la denominada "Triángulo de Oro" entre Via Monte Napoleone, Via della Spiga y las calles que las comunican, incluida Via Sant’Andrea, Via Gesù y Via Borgospesso.

Quienes viajan a Milán no necesariamente tienen que comprar en las exclusivas tiendas de diseñador; hay numerosos mercados, centros comerciales y boutiques más asequibles dispersos por toda la ciudad. Uno de los mercados más eclécticos es 10 Corso Como, en el distrito Garibaldi, cerca de Centro Direzionale (tome el metro hasta Pta Garibaldi). Es un sitio mucho más relajado que las tiendas insignia exclusivas de Piazza Duomo, Piazza Cavour y Plaza San Babila.