Reservar vuelos a Venecia

Cuando viaje a Venecia probablemente no necesite que le digan cuál debe ser su primera parada en la ciudad. Diríjase a la góndola más cercana y recorra los canales de la ciudad. Es una forma indescriptiblemente romántica de ver una ciudad y puede que sea lo mejor de su viaje. Procure reservar su góndola con antelación, ya que los cruceros fluviales son muy populares. Visite el sitio web de la Istituzione per la Conservazione della Gondola e la Tutela del Gondoliere para conocer los itinerarios recomendados.

La escena artística de Venecia es famosa en todo el mundo y no hace falta irse muy lejos para ver obras de artistas como Tiziano y Canaletto. La ciudad cuenta con decenas de galerías, pero si quiere ver a los clásicos y recorrer la ciudad al mismo tiempo, vaya a verlos in situ. I Frari, una iglesia gótica, alberga la Asunción de Tiziano. Busque el Museo Del Settecento Veneziano para ver obras de Giambattista Tiepolo o la Scuola Grande di San Rocco, un bello edificio del norte de Venecia que alberga pinturas de Tintoretto.

Si le apetece aún más cultura, visite el Teatro La Fenice, el principal teatro de ópera de Venecia, donde podrá disfrutar de una actuación vocal en directo, ver un ballet o asistir a un concierto de orquesta interpretando algunas de las grandes obras de Vivaldi.

También hay un grupo de islas en la laguna de Venecia que merece la pena visitar. Diríjase a Murano, por su exquisito cristal; a Burano, por sus delicados encajes; y a Torcello y Lido, por el Festival Internacional de Cine de Venecia.

Más allá de la inevitable (y gratificante) sobrecarga cultural, hay multitud de atracciones para todas las edades y gustos durante un viaje a Venecia. Visitar una cárcel de mujeres puede parecer una idea extraña, pero la Casa di Reclusione Femminile es mucho más que eso. Las reclusas dirigen un taller de sastrería en el que se fabrican artículos sorprendentes, desde ropa, joyas y cojines hasta reproducciones de trajes del siglo XVIII.

El Museo Peggy Guggenheim es perfecto para los niños, ya que rebosa arte extraño y maravilloso para inspirar a las mentes jóvenes. Incluso hay un jardín de esculturas para que los más pequeños puedan estirar las piernas y corretear.

Su viaje a Venecia debe incluir una visita al corazón de la ciudad: Piazza San Marco. Aquí hay cafeterías que ofrecen un buen café italiano y deliciosos pasteles. Mientras tanto, las orquestas al aire libre ofrecen una serenata tanto a los comensales ocasionales como a los peatones. Si levanta la vista, podrá contemplar las magníficas obras de arte del exterior de los edificios de la plaza, entre los que se encuentra la emblemática Torre del Reloj, en el lado norte de la plaza.

Abundan las pizzerías familiares y las que venden comida tradicional veneciana, que puede ser sorprendentemente ecléctica, a diferencia de los menús de pasta con todo que se encuentran en otros lugares.

Su geografía acuática hace de Venecia una especialista en marisco, con capturas frescas cada día. Uno de los platos emblemáticos de la ciudad es la sepia, servida con su tinta. Se incorpora a todo, desde el risotto a la polenta. Los platos a base de sepia y tinta de sepia suelen indicarse con la expresión "nella seppia" para la sepia, y "nero di seppia" para los platos que incorporan la tinta (especialmente en salsas).

A los venecianos les encanta ir de compras. Forma parte de su modo de vida tanto como la pasta y las góndolas. Por eso, las laberínticas calles de Venecia están repletas de escondites y elegantes boutiques.

Las Mercerie, que discurren entre la plaza de San Marcos y el puente de Rialto, son un ejemplo perfecto. Está repleta de tiendas y puestos que venden baratijas hechas a mano, dulces venecianos y pequeños artículos de cuero. Al oeste de la Piazza, se encuentra la Calle Larga XXII Marzo, famosa por sus tiendas de ropa de diseño, zapaterías y boutiques de alta gama.