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Bangalore tiene una gran cantidad de atracciones que hay que ver, incluyendo el Palacio Bangalore, que fue construido en 1887 por el rey Wodeyar. El palacio cuenta con una galería con cerca de 1.000 fotografías históricas, incluidas las de los virreyes y maharajás. Con espectaculares jardines y habitaciones aparentemente sin fin, se puede pasar fácilmente un día aquí.

Sin embargo, si lo hiciera, estaría perdiendo la oportunidad de visitar otros lugares de interés, como los Jardines Botánicos Lalbagh. Extendiéndose por 240 acres, este es un paraíso para los amantes de la naturaleza, con plantas subtropicales, árboles raros y un impresionante invernadero, construido al estilo del Crystal Palace de Londres.

Si va a viajar con los niños en su viaje a Bangalore, puede que desee llevarlos al hermoso lago Ulsoor. Construido por Kempegowda II, el lago cubre 125 acres, con numerosas oportunidades para el piragüismo y la natación.

Su tiempo de inactividad no tiene por qué significar simplemente sentarse junto a una piscina. Podrá emplearlo en prácticamente cualquier actividad que se pueda imaginar, desde cursos de tiro con arco y de alta cuerda a zorbing (rodar en una bola transparente) o paintball. Sin embargo, si prefiere una actividad que toda la familia pueda disfrutar, visite el Planetario Jawaharlal Nehru. Hay dos espectáculos diarios donde usted y su familia pueden aprender acerca de las estrellas que iluminan Bangalore.

Alternativamente, en el Parque Nacional de Bannerghatta disfrutará de vistas espectaculares de algunas de las especies de la fauna salvaje de la India. La mejor parte de visitar el parque es la oportunidad de montar en elefante. Muthyalamaduvu es otro lugar muy popular para incluir en su itinerario, especialmente si quiere hacer un picnic. Con una hermosa cascada y un pequeño templo, entenderá rápidamente por qué se ha ganado el apodo de «Valle de las perlas».

Cuando viaje a Bangalore, descubrirá que la comida tiene muchas formas, desde la algarabía de los vendedores ambulantes al lujo refinado de la buena mesa. Si desea comer como los lugareños, deberá buscar entonces cualquiera de los muchos puestos conocidos como «chaat», donde venden comida rápida como samosas, pooris y baajis. Algunos de ellos han crecido hasta convertirse en cadenas de restauración callejera, y los podrá encontrar en toda la ciudad, como el chaat de Gullu y el Sri Salram”s Chats and Juices.

Sin embargo, si quiere darse un verdadero gusto, hay multitud de restaurantes de alta gama que le ofrecen un viaje culinario a través de la India.

Casi no hace falta decir que si usted viaja a Bangalore, terminará visitando un mercado. Los mercados son sumamente populares en la ciudad, y el lugar perfecto para conseguir artículos hechos a mano y únicos, tales como joyas y ropa de seda. De los muchos mercados, los que se destacan por elección son el Residency Road, el Banaswadi Mercado y el Mahatma Ghandi Road.

Sin embargo, Bangalore también cuenta con una buena cantidad de centros comerciales de lujo, entre los que se incluye el Phoenix Market City. Tiene todo lo que cabe esperar de un centro comercial del siglo 21, además de música en directo y eventos durante todo el año. Es una mezcla intrigante de un centro cultural y un complejo de tiendas de diseño.